Comtra Todas las Barreras

Invitado

Capitulo 1: Conociéndonos

Con una media sonrisa surcando mis labios, arqueo sutilmente sus cejas y me sonrío asintiendo en mi dirección, haciéndome saber que su atención iba dirigida a mí, solamente a mí. Ella en el centro de la pista de baile rodea de muchos hombres y pocas mujeres a su alrededor que la miraban con odio y envidia. Pero a nadie le hacia caso puesto que sus ojos marrones color café llenos de lujuria me miraban a mi, y pude sentir como me recorría son su mirada desde mi cabello color broncíneo hasta la punta de mis pies pasando por todo mi cuerpo, pero para mi no paso inadvertido que se quedo mirando mas de lo normal a mi ojos verdes. Aquello me incitaba a ir con ella.

Yo era un mujeriego eso no había nadie que lo negara y estaba acostumbrado a seducir, aunque no me costaba mucho llevarme a la cama a las mujeres, pero previamente las invitaba a cenar, les enviaba flores algún regalo, pero con ella no, ella se me estaba ofreciendo saltándose todo ese procedimiento. Esa mujer preciosa se me ofrecía en bandeja de plata, pero todavía no me movería de aquí tenia que saber jugar bien mis cartas si quería ganar pues si me veía muy ansioso podía perder el interés, lo sabia conocía bien a las mujeres. Desee que esos ojos color café preciosos me mirasen mientras la envestía en toda las posiciones posibles, rápido o lento, suave o fuerte como ella me lo pidiese, para ello tendría que jugar bien mis cartas.

Mis ojos verdes como la selva se encontraron con los suyos marrones color café, entonces ella me guiño un ojo, verdaderamente sabia lo que quería y con quien lo quería, era una invitación claramente, invitación que acepte. Me volví hacia el camarero para pagar la cuenta de las copas que me había tomado, el camarero hizo un movimiento de mano haciéndome entender que invitaba la casa, se lo agradecí con una sonrisa me quite la chaqueta de mi traje para dársela, el camarero cojio la chaqueta y la guardo en una taquilla que había detrás de la barra, se nota que una es amigo del dueño de esta discoteca de moda: Agora.

Me volví hacia la preciosa chica de ojos café, y me fui acercando lentamente hacia la pista de baile donde estaba ella y fui recorriendo su cuerpo. Tenía una melena marrón color chocolate que le llegaba a la cintura con suaves ondas que caían perfectamente en forma de cascada, baje la vista hasta sus labios pasando por sus ojos color café. Me detuve en sus labios pintados de un rojo pasión. Seguí mi camino por su mentón hasta su cuello de cisne donde se encontraba un collar que hacia que su cuello se viera todavía mas apetitoso. Me deleite con sus hombres desnudos, los cuales mostraban que toda su piel es pálida muy pálida, pero aun así se veía deliciosa, sedosa, tersa, suave… seguí estudiando a la chica y me percate de que ella se acabada de inclinar hacia delante mostrándome así el escote de su vestidos negro palabra de honor que llevaba, pude apreciar unos pechos perfectos ni muy grandes ni muy pequeños simplemente perfectos, pero también pude notar que no lleva sujetador bajo ese vestido, aquello hizo que mi sangre se bajara a mi entrepierna, me obligue a mi mismo a detener mi camino hacia ella y aclarar mi garganta , tuve que hacer fuerza de todo mi autocontrol para no salir corriendo hacia ella y hacerla mía allí en medio de la pista delante de todo el mundo. Una vez me calme seguí mi camino y quite la vista de sus pechos bajando viendo un vientre plano, su cintura, su cadera perfecta , ¡ Dios ¡ tenia unas curvas que quitaban el aliento podía perderme en ellas toda la vida. Hay fue cuando me di cuenta de que su vestido no solo era ceñido si no también jodidamente corto si se agachaba un poco mas la gente que había detrás podía ver su ropa interior en el caso de que llevara ropa interior, mi mirada siguió bajando viendo así unas piernas impresionantes, parecían no tener fin . Cuando llegué a sus tobillos pude ver la explicación de ello, llevaba unos zapatos con unos tacones impresionantes que otras mujeres se habrían roto los tobillos tan solo al ponérselos.

Por fin llegué hasta ella, y me sonrío de la forma mas seductora que había visto en toda mi vida.

Cogio mi corbata y me acerco a ella mientras seguía bailando nuestros labios se rozaron sin llegar a ser un beso, toda mi sangre se concentro en mi entrepierna produciéndome una mas que dolorosa erección. Ella rió al notar lo que acaba de producir en mí. Agarre su cintura y le día la vuelta así con mis manos en su cintura empezamos a bailar.

Ya no aguantaba mas la cogi de la mano y la empecé arrastras fuera de la pista de baile notando que ella quería ir mas despacio pues se tropazo y casi se cae, voltee para ver como se encontraba y note un sonrojo en sus mejillas y no era por la excitación sino por la vergüenza de su tropiezo aquello hizo que perdiera la cabeza y la bese, introduje mi lengua en su boca y ella hizo lo mismo nuestras lenguas peleaban. Cuando nos separamos seguí mi camino mas despacio puse la mano en su cintura y seguimos hasta las escaleras que daban acceso a la zona VIP, subimos por las escaleras despacio dándonos algún que otro pico por el camino.

Cuando llegamos a la entrada de la zona VIP Dimitri un hombre enorme, al que ya conocía me miro y después a mi acompañante de arriba abajo relamiéndose los labios, aquello me puso furioso y emití un gruñido lo suficientemente alto como para que solo el lo escuchara por encima de la música, entonces me miro me sonrío y aparto la cinta para que pudiéramos pasar.

-La sala cinco esta libre es toda tuya- me dijo con una sonrisa picara en el rostro pues el sabia a lo que iba, no era la primera vez que lo hacia.

Entramos por el pasillo ya no nos dábamos picos como en la escale eran besos de fuego, nuestras salivas se mezclaban y nuestras lenguas no dejaban de jugar. A duras penas llegamos a la sala donde se encontraba un sillón una mesa en medio y una venta enorme donde se podía apreciar la discoteca. La música ya era menos audible.

Nada mas entrar me tiro al sofá y se sentó a horcajadas encima de mi, me entraron ganas de gemir por aquello pero ella seria la que gemiría primero eso si que no lo consentiría, pero para ser sincero pensé que eso había muerto estas ganas de gemir y de corredme, como cuando tenia quince años y empecé en el sexo y nada mas empezar ya me corría. A mis 27 años volvía a sentir eso.

Ella se agacho a besarme y seguimos en el juego de lenguas que aviamos empezado por el pasillo mi erección era mas que notable entonces ella desabrocho mis pantalones cogio el elástico de mis boxers y miro dentro de ellos. En su boca se formo una perfecta "O" pues mi tamaño era muy superior al del resto de los hombres y nunca como en este momento me sentí tan orgullo de eso.

Haciendo un poco de esfuerzo me incorpore, ella se agarro firmemente alrededor de mi cadera con sus largas piernas, de sus pies salieron sus zapatos. Camine como pude hasta encontrar la pared, la tenia aprisionada y sin posibilidad de escape. La estruje y gimió, pero antes de que terminara la bese nuestras lenguas se volvieron a encontrar ella enredo sus manos en mi pelo, aquello me encanto ninguna de las mujeres con las que había estado lo había hecho. Nos separamos para coger aire pero sin separar nuestros labios del todo.

-¿Cómo te llamas?- le dije entrecortadamente. La sentí estremecerse con mi aliento entonces enterré la cara en su cuello y aspire su aroma, nunca había olido un perfume como ese pero me embriagaba, espere que contestara mi pregunta pero no lo hizo solo soltó una leve risa. Entonces ella volvió a besarme con locura y desesperación

Así que le gustan las relaciones con completos desconocidos. Le correspondí al beso, mis manos se fueron automáticamente a sus muslos, sus tobillos situados en mi trasero presionaban mas para que me acercara mas a ella haciendo que nuestros sexos se rozaran. El beso se rompe y ella empieza a besarme el cuello mientras sus manos deshacen el nudo de mi corbata y desabrocha mi camisa botón a botón cuando termino con esa tarea la deslizo por detrás de mis hombros . Me acaricio el pecho como nadie lo ha hecho antes.

Mis manos dejaron de acariciar sus muslos y se fueron a su trasero, en mis dedos de pianista se enredo su tanga, mis dedos se acercaron hasta su humedad y se tubo que separar de mis labios para poder gemir. Introduje uno de mis dedos en su intimidad.

-Estas así de mojada para mi y por mi ¿verdad?- Le susurre con voz ronca, empezó a gemir cuando introduje otro de dedo en ella y con el dedo gordo jugaba con su clítoris.

Con mi otra mano empecé a descubrir sus pechos mientras ella seguía gimiendo por mis movimientos en su intimidad. Una vez descubiertos sus pechos mi boca fue directamente a su pezón derecho , lo lamí, lo chupe, lo mordí mientras mi otra mano acariciaba su otro pecho. Podía a ver estado así mucho mas rato pero entonces una mano me cogio del pelo y tiro de el hacia atrás llevándose mi cabeza también, quise pensar que me había dolido pero no fue así, me dio placer. Sus labios se volvieron a posar sobre los míos, su lengua acariciaba la mía, peleaban. Entonces ella rompió el beso y mis labios se fueron derechos a su cuello, ella hecho la cabeza para atrás mientras suspiraba y gemía. Volvió a cogerme del pelo y posiciono sus labios en mi oreja.

-¿A que esperas para follarme?- En ese momento gemí, su voz cargada de deseo de lujuria era exquisita, perfecta como todo su cuerpo, volví a besarla mientras nuestras manos recorrían todo nuestro cuerpo, ella volvió a separarse de mi

-¿Tienes condones?-Me pregunto mientras sus labios y los míos se rozaban

Mis manos se fueren derechas al bolsillo de mi pantalón cogi la cartera y saque un condón siempre llevaba unos cuantos encima. Me baje los pantalones abrí el condón y me lo coloque. La volví a besar y mientras nuestras lenguas volvían a jugar me introduje lentamente en ella, me separe de ella para poder gemir era tan suave y su interior desprendía tanto calor……

-¡Dios Mio!- Volvió hablar. Sentí que algo en mi pecho se encogía pero no sabia el que.

Empecé a moverme despacio en un principio pero ella empujo con sus tobillos mi trasero haciendo que se intensificaran mis envestidas, ella no dejaba de gemir y tuve que tragar salida para hidratar mi garganta pues ella me estaba matando. No era virgen pero su estrechez era exquisita.

-¡OH, si sigue, no pares por favor!- Aquellas palabras que menciono me hicieron envestir con mas fuerzas y nuestros gemidos se hicieron mas fuertes. Estuvimos así un rato hasta que la sentí temblar en mis brazos, sus paredes empezaron a cerrarse alrededor de mi miembro de manera casi dolorosa. Clavo las uñas en mi espalda y arqueo su espalda . Acaba de tener un orgasmo, aumente mis embestidas llevándome a mi también al orgasmo. Termine con un gruñido.

Apoye mi cabeza en su hombre y le di un beso ella se estremeció eso me gusto.

-Déjame ya en el suelo, por favor- me dijo en susurro, me erizo los pelos de la nuca, me encantaba su voz. Me aleje un poco y la deje con delicadeza en el suelo. Ella se aparto de mí y empezó a colocarse su vestido, yo me quite el condón y lo tire a una papelera que había en la sala y empecé a vestirme. ¿Qué iba a decir ahora? Esto nunca me había pasado me había quedado sin palabras, ya lo se me presentaría y la invitaría a tomar una copa, esto que acaba de pasar lo tendríamos que repetir.

Termine de colocarme la corbata y levante la cabeza, fue cuando me di cuenta estaba solo , se había ido.

VESTIDOS DE BELLA:

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ZAPATOS DE BELLA:

COLLAR Y PENDIENTES DE BELLA:

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TRAJE DE EDWARD: